domingo, 17 de abril de 2011

Al sur del mundo

Chile, es un extenso país, con maravillosos paisajes y un sinfín de particularidades. En el extremo sur, se encuentra la región de Magallanes, la cual se caracteriza por poseer impotentes e increíbles hielos ancestrales. A pesar de ser una región con dificultades climáticas, ha sido foco de estudio por diversos investigadores, dadas sus condiciones antropológicas- históricas.


Al extremo sur, han llegado ilustres hombres, quienes han sido indispensables a la hora de concebir el proceso de construcción y conocimiento del territorio nacional. Dentro de este selecto grupo, se encuentra el sacerdote Alberto De Agostini, quien arribó a Punta Arenas en 1910.

Se desarrolló como investigador, dejando un legado patrimonial, excepcional para la época. El académico Ricardo Rubio, del Centro Cultural Palacio la Moneda, afirma que: “Legó un patrimonio documental de incalculable valor, especialmente sus fotografías de poblaciones indígenas magallánicas. Son abundantes las imágenes que podemos apreciar hoy, logradas con una delicadeza sensibilidad estética, con una precisión envidiable y con un interés profundo por la grandiosidad de los paisajes y la gente de Magallanes y Tierra del Fuego (…) ”
[1]

Las imágenes, dictan de perfección. La expresión facial de los indígenas, el paraje profundo, la sutileza en la mirada de las mujeres, es impresionante. Tal como sucede en la fotografía "hermano y hermana onas" en donde dos pequeños indígenas están situados dentro de un paisaje impotente, sus caras reflejan una contraposición de sentimientos. Por una parte, la niña refleja con su mirada y su dulce sonrisa, felicidad. El hermano, en cambio, refleja una ternura con cierto grado de tristeza, que deja a la fotografía, para un análisis más profundo.

Dentro de las 33 imágenes, hay ciertas fotografías que llaman la atención, tanto por su contenido histórico como por su expresión artística. Es así como destaca "Indígenas Alacalufe en su canoa" en donde las caras de los aborígenes, dictan de una naturalidad y salvajismo, propio de sus raíces.

En esta memoria fotográfica, cabe destacar la proximidad del sacerdote en conjunto con los aborígenes, su cercanía natural y el establecimiento de un nuevo tipo de investigación/exploración. Queda en manifiesto que el estar al sur del mundo, dista de una diversidad inexplicable de paisajes y cultura. Cultura que ha sabido establecerse a lo largo del tiempo, a pesar de la poca integración que hoy en día, están suscitados.

Onas y Alacalufes insertados dentro de la patagonia austral, en el extremo sur del país.
aborígenes situados entre su cultura y la modernidad, que se acerca a paso agigantado.

Publicado por Matías Sepúlveda


[1] Ricardo Rubio Gonzalez, académico Universidad Católica Silva Henríquez

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