viernes, 22 de abril de 2011

El proceso de un cambio


En diversos textos históricos, se puede apreciar una diferenciación semántica que es clave para entender el “proceso evolutivo” del hombre. Se distinguen dos términos: “Barbarie” y “civilización”. Términos que a continuación explicaremos brevemente.

La palabra "bárbaro" es de origen griego. En la antigüedad, se les designaba a las naciones no griegas, consideradas primitivas, incultas, atrasadas y violentas. Por otra parte, según el diccionario francés Petit Robert, el término "barbarie" tiene dos significados diferentes, pero relacionados entre sí: "ausencia de civilización" y "crueldad del bárbaro”

La primera vez que se habló de "civilización" fue en el siglo XVIII, en el marco conceptual de la teoría del progreso. Los ilustrados comenzaron por contraponer civilización, conforme a la nueva forma de vida racional que ellos representaban: "feudalismo".

¿Cómo nace la barbarie en los tiempos remotos? ¿De qué forma se establecen los parámetros de evolución? ¿Cómo se produce el cambio?

A raíz de estas interrogantes, se pueden determinar diversas fases que hacen del hombre bárbaro, como un pro-civilizador: “El gran período de la barbarie se destaca por cuatro sucesos de especial relevancia, a saber: la domesticación de animales, el descubrimiento de los cereales, el empleo de la piedra en arquitectura y la invención del proceso de la fundición del mineral de hierro”[1]

¿Y qué se quiere decir con: “La barbarie finaliza con la producción de grandes bárbaros”? aquí es cuando el hombre avanza, y se supera antropológicamente hablando. Se generan cambios que lo demuestran y se descubren nuevos elementos, como los nombrados anteriormente, que facilitan la vida del hombre, pero que también marcan el progreso humano.

Una manera de describir qué es la barbarie es la siguiente: “Actitud de la persona o grupo que actúan fuera de las normas de cultura, en especial de carácter ético, y son salvajes, crueles o faltos de compasión hacia la vida o la dignidad de los demás: exhala el último suspiro, con la pluma todavía en la mano, mostrando el valor moral de la razón frente a la barbarie y al crimen.”[2] Y esto último es lo que se supera, se desarrolla en los humanos que alcanzan este nuevo nivel, niveles que no tienen un fin, y que cada día como sociedad debemos ir avanzando. Hoy en día, este desarrollo no es homogéneo y parcial en todo el mundo, existen culturas que han llegado más lejos que otras, muchas veces acompañándose de abusos sobre los más débiles.

Finalmente, hacemos alusión a la frase destacada: La barbarie finaliza con la producción de grandes bárbaros. Frase que deja al descubierto el proceso de transformación o evolución del hombre y su cultura. El cómo un hombre falto de civilización, salvaje y violento, encuentra formas de desenvolverse. Encuentra métodos para hacer de su vida, una vida más fácil y simple. Partiendo de la misma utilización del fuego, siguiendo con las diversas herramientas creadas. Incluso, la misma aparición de un lenguaje cada vez más complejo. Siendo este último, la expresión máxima del proceso evolutivo del hombre[3].

Así, la barbarie, expresada por la carencia de civilización y sobrante de rudeza, se va transformando en algo cada vez más complejo, alimentado por la cultura misma y las formas de desarrollo humano. Todo, gracias a la inmensa capacidad humana de buscar cosas para su propio bien.

Belén Merino - Matías Sepúlveda - Tomás Vergara

Parte grupal de la prueba.


[1] Constructores de otredad, página 52

[2] La Barbarie. Sobre el Concepto de Barbarie. Disponible en http://labarbarie.com.ar/sobre-el-concepto-de-barbarie/ (Extraído: 22-04-11)

[3] El Origen del lenguaje, J. M Briceño Guerrero

miércoles, 20 de abril de 2011

La Pérdida de una Cultura


¿Qué es la cultura? Esta pregunta es muy amplia, y es posible abordarla de muchos ángulos diferentes. Si nos basamos en nuestro texto base, “Constructores de la Otredad” encontramos una cita de Tylor, en la que nos dice que la cultura es “Un todo complejo que comprende conocimientos, creencias, artes, moral, derecho, costumbres y cualquier otra capacidad y hábito adquiridos por el hombre en tanto miembro de una sociedad[1]luego, el mismo autor agrega que la cultura se puede concebir como “una capacidad o hábito adquirido”. A partir de esta definición, analizaremos la vista que realizamos esta semana.

En la exposición “Explorador salesiano de los territorios magallánicos” que se presenta en el Centro Cultural Palacio La Moneda, se muestran imágenes que retratan habitantes y paisajes del extremo austral de Chile a principios del siglo XX, autoría del explorador italiano Alberto De Agostini.

Fue muy normal en la época de la conquista española en América, la pulverización a distintos pueblos locales, eliminando a personas sin importarles nada. Lamentablemente el pueblo Selknam, mal conocidos como Onas, fueron uno de los pueblos que sufrieron del abuso colonizador. Según Wikipedia: El contacto con el hombre blanco comenzó en 1520 cuando Magallanes descubrió el estrecho que lleva su nombre y vio las fogatas de los indígenas que motivaron el nombre del territorio. Posteriormente, los contactos continuaron en forma esporádica hasta las últimas décadas del siglo XIX con la llegada de misioneros salesianos y de hombres blancos a colonizar y explotar la isla[2]. Pero a lo anterior, hay que agregarle que la relación con los colonizadores, terminó siendo el principio del fin para la cultura Selknam.

La búsqueda de dinero, oro y riquezas cegó a los extranjeros, junto con el desarrollo de la ganadería en el lugar. Las graves consecuencias de esta ‘relación’ trajo consigo “Matanzas, deportaciones masivas practicadas por el hombre blanco, junto a enfermedades infecto-contagiosas introducidas, terminaron por romper el equilibrio natural de estos grupos. El uso de vestuario occidental, inadecuado para la lluvia y para las costumbres higiénicas de ellos, puso punto final a la sobrevivencia de este pueblo.”[3]

Todas las atrocidades y abusos anteriormente descritos, son posible ver en las fotografías de las diferentes mujeres y hombres Selknam, en los demacrados rostros de estas personas, que sin cometer falta alguna, más que vivir en su territorio, fueron atacados y eliminados por personas que simplemente, se creían superiores. Y es que lamentablemente, la ambición y las ansias de explotar a los más débiles, causaron estragos en la mayoría de los pueblos prehispánicos, lo que también acabó con mucha y muy valiosa cultura autóctona.


Tomás Vergara Pineda


[1] BOIVIN, Mauricio et al. (2004) Constructores de Otredad. Una introducción a la antropología social y cultural. Buenos Aires: Editorial Antropofagia. P.27

[2] Wikipedia. Recuperado el 20 de Abril de 2011, de Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Selknam

[3] Icarito Recuperado el 20 de Abril de 2011, de http://www.icarito.cl/enciclopedia/articulo/historia-geografia-y-ciencias-sociales/identidad-y-diversidad-cultural/2009/12/45-1029-9-los-onas-o-selknam.shtml

martes, 19 de abril de 2011

La fragilidad humana


Recuerdo como si fuera ayer, la vez en la que olvidé dar las gracias a una persona que me devolvió un reloj que había olvidado en el metro. Ese simple hecho de olvidar agradecer a alguien que te hizo un bien, es una sensación incómoda. Algo tienes que hacer para remediarlo. Esto cabe como anillo al dedo para la exposición a la cual asistí. Y es que la mayor fragilidad humana es la memoria, ¡qué rápido que olvidamos algunas cosas!

La exposición aludida la visité en el Centro cultural del Palacio La Moneda. Llevaba por nombre “exposición fotográfica "Alberto De Agostini". Y es éste personaje, el que nos hizo un gran favor a todos los chilenos.

En uno de los paneles se encontraba parte de la reseña de la exposición y me pude dar cuenta de la gran importancia que ésta tuvo para Chile. Decía que gracias a la compilación de una cantidad de fotografías tomadas por Alberto De Agostini en Magallanes y La Tierra del Fuego, en otros países pudieron darse cuenta de la realidad de los pueblos “escondidos”. Y pareciera que esta exposición es para agradecerle, aunque sea en honor a su memoria y también para que no olvidemos lo que forma parte de nuestra historia.

Según Tylor, en “Costructores de Otredad” (la construcción del otro por la diversidad) señala que: “como producto de la naturaleza, la cultura está sometida a un proceso de cambio (evolución), es decir, a un proceso evolutivo de diferenciación”. Las fotografías que se pueden apreciar, representar el intento de plasmar la forma de vida de los pueblos de Magallanes. Pueblos que en su posterioridad, presentaron un proceso lento de evolución cultural, incluso desaparecieron. Esa es la razón por la cual, en la actualidad, podemos apreciar parte de su cultura. Cultura que nos fue heredada para que la pudiéramos recordar.

Me quiero detener, primeramente, en una de las fotografías. Aparecían dos hermanos Onas. Una niña y un niño abrazados y abrigados por pieles de animales. Foto tomada en Tierra del fuego. Se puede apreciar la calidad de vida de estos niñas y lo que siempre es mencionado cuando de su vestimenta se trata, pieles de animales que le servían como abrigo.[1] Sonrisas en sus rostros , felicidad que refleja su costumbre de vida, a pesar de la precariedad de ésta. Sin duda, la calidad de la fotografía, aunque parece simple, deja al descubierto su propia realidad.

Y en la segunda fotografía que me quiero detener, es aquella en la que sale una hermosa cascada del río Cochrane en la región de Aysén. Paisaje que da cuenta de los maravillosos ambientes y paisajes que podemos encontrar en nuestro país. Cascada que pareciera estar oculta entre tantos árboles y naturaleza. La hermosura de nuestro país, que muchas veces es despreciada.

Según wikipedia: “Antes de su casi extinción, eran nómadas terrestres, cazadores y recolectores”. Afirmación que puede ser claramente rectificada por la exposición a la cual asistí. En las demás fotografías, se veían a la población Selknam andar en canoas, o recoletar mariscos para su propia alimentación.

Finalmente, la exposición, que sólo muestra fotografías y nada de texto, nos deja una sensación de conocimiento. A través de ellas, se da cuenta de pueblos ya olvidados y de paisajes ocultos de nuestro país. Alberto De Agostini nos enseña a querer y respetar lo que es y los que fueron parte de nuestra historia. Culturas que, gracias a este tipo de exposiciones, no son abandonados a su suerte, y quedan por lo demás, en nuestro consiente y en el de las próximas generaciones.


BELÉN MERINO


[1] Los Onas: Tierra del fuego. Carlos Gallardo R.

domingo, 17 de abril de 2011

Al sur del mundo

Chile, es un extenso país, con maravillosos paisajes y un sinfín de particularidades. En el extremo sur, se encuentra la región de Magallanes, la cual se caracteriza por poseer impotentes e increíbles hielos ancestrales. A pesar de ser una región con dificultades climáticas, ha sido foco de estudio por diversos investigadores, dadas sus condiciones antropológicas- históricas.


Al extremo sur, han llegado ilustres hombres, quienes han sido indispensables a la hora de concebir el proceso de construcción y conocimiento del territorio nacional. Dentro de este selecto grupo, se encuentra el sacerdote Alberto De Agostini, quien arribó a Punta Arenas en 1910.

Se desarrolló como investigador, dejando un legado patrimonial, excepcional para la época. El académico Ricardo Rubio, del Centro Cultural Palacio la Moneda, afirma que: “Legó un patrimonio documental de incalculable valor, especialmente sus fotografías de poblaciones indígenas magallánicas. Son abundantes las imágenes que podemos apreciar hoy, logradas con una delicadeza sensibilidad estética, con una precisión envidiable y con un interés profundo por la grandiosidad de los paisajes y la gente de Magallanes y Tierra del Fuego (…) ”
[1]

Las imágenes, dictan de perfección. La expresión facial de los indígenas, el paraje profundo, la sutileza en la mirada de las mujeres, es impresionante. Tal como sucede en la fotografía "hermano y hermana onas" en donde dos pequeños indígenas están situados dentro de un paisaje impotente, sus caras reflejan una contraposición de sentimientos. Por una parte, la niña refleja con su mirada y su dulce sonrisa, felicidad. El hermano, en cambio, refleja una ternura con cierto grado de tristeza, que deja a la fotografía, para un análisis más profundo.

Dentro de las 33 imágenes, hay ciertas fotografías que llaman la atención, tanto por su contenido histórico como por su expresión artística. Es así como destaca "Indígenas Alacalufe en su canoa" en donde las caras de los aborígenes, dictan de una naturalidad y salvajismo, propio de sus raíces.

En esta memoria fotográfica, cabe destacar la proximidad del sacerdote en conjunto con los aborígenes, su cercanía natural y el establecimiento de un nuevo tipo de investigación/exploración. Queda en manifiesto que el estar al sur del mundo, dista de una diversidad inexplicable de paisajes y cultura. Cultura que ha sabido establecerse a lo largo del tiempo, a pesar de la poca integración que hoy en día, están suscitados.

Onas y Alacalufes insertados dentro de la patagonia austral, en el extremo sur del país.
aborígenes situados entre su cultura y la modernidad, que se acerca a paso agigantado.

Publicado por Matías Sepúlveda


[1] Ricardo Rubio Gonzalez, académico Universidad Católica Silva Henríquez

miércoles, 13 de abril de 2011

La complejidad de una formación de identidad


El arqueólogo V. Gordon Childe [1]señala que: “el control del fuego fue, presumiblemente, el primer gran paso en la emancipación del hombre respecto de la servidumbre de su medio ambiente”. La anterior afirmación, refleja claramente el sentido que se quiere dar en la película “La guerra del fuego”. El cómo un elemento como el fuego, se vuelve cada vez más imprescindible y fundamental para el proceso evolutivo de una sociedad.

Posiblemente, la película muestre el periodo conocido como “Paleolítico”. Periodo de iniciación de la sociedad. Ahora bien, la película muestra una especie de rivalidad entre dos grupos: uno que no dominaba el fuego y el otro, que ya poseía total dominio de éste. Se puede ver con claridad, la pugna que estos dos “bandos” tienen con el único culpable: el fuego. Ahí gatilla la importancia que tuvo este elemento para el desarrollo de una sociedad emergente.

Vemos, además, los tipos de relaciones que se podían dar en la formación de una tribu. Relaciones humanas como las que muestra la película entre Ika y Naoh. Casi al final de la película, Ika que estaba embarazada, es abrazada y acariciada por Naoh, quién parece conmovido por aquella situación. Esto nos intenta decir que desde los inicios de la humanidad, vemos una clara muestra de sensibilidad y de deseo de compartir sentimientos con otros. O simplemente, el proceso de formación de clanes familiares. Aquel, es también un ejemplo de evolución, o más bien, es algo que ayuda a este proceso de desarrollo humano.

Se puede distinguir que esta etapa de evolución, fue un proceso complejo y lento. Un proceso de adaptación y conveniencia. Pero, el general de la película se enfoca en los inicios de una cosa: la cultura, quizás arcaica, pero cultura al fin y al cabo. Edward Tylor en "Constructores de la Otredad·, libro base de la asignatura, define a cultura como: "Un todo complejo que comprende conocimientos, creencias, artes, moral, derecho, costumbres y cualquier otra capacidad y hábito adquirido por el hombre en tanto miembro de la sociedad".

Desde ya los inicios podemos ver el rol que juega la mujer en una sociedad. Culturalmente hablado, y en la película, se muestra a la mujer como un objeto de deseo, nada diferente a lo que en la actualidad se acostumbra a ver.

Finalmente, “la guerra del fuego” muestra cómo lo tenían que hacer para poder sobrevivir. Ellos al no tener nada, debían enfocarse a la fabricación rústica de chozas, a la caza y a la pesca. Elementos que, sin lugar a dudas, van ayudando a la conformación de su cultura y de su manera y forma de vivir.

Belén Merino


[1] En Los orígenes de la civilización (Buenos Aires, Eudeba, 1984, p. 66)

El Fuego como Elemento de Evolución


La verdad es que no es muy común ver películas en las cuales se busca realizar un análisis profundo de ciertas conductas humanas, como lo pueden ser los cambios que se producen en este y a causa de qué se producen estos mismos. La evolución del hombre cuenta con varios matices que no siempre son conocidos. La Antropología es una herramienta que nos puede ayudar en este caso.

La película “La Guerra del Fuego” del director francés Jean-Jacques Annaud, fue publicada en el año 1981. En ella se trata principalmente, la importancia que tuvo para el hombre y su evolución, el descubrimiento del fuego, considerado como algo completamente necesario para la supervivencia del hombre. En el film, se muestra la lucha por la posesión del fuego, y la imagen de una tribu que busca conservarlo, ya que no sabían cómo producirlo nuevamente.

El fuego también era útil como protección contra otros animales, incluidos los más fieros. Una hoguera en el interior de una cueva o dentro de un círculo de piedras mantendría alejados a los predadores. Podían gruñir y merodear por las inmediaciones, pero si no se mostraban lo bastante inteligentes como para mantenerse alejados del fuego, les bastaba con una sola experiencia de lo que significaba su proximidad. Por lo demás, el Homo erectus podía acarrear ramas encendidas para levantar la caza, provocar estampidas y conducirla hacia las trampas o los despeñaderos.” (http://www.portalplanetasedna.com.ar/fuego.htm)

La reseña anterior, nos indica la importancia que el fuego tenía para los humanos, con este se defendían de sus pares y también de animales salvajes. Como es posible ver en la película en el enfrentamiento con otra tribu, en la que los invasores terminan quedándose con el fuego, por lo que los perdedores deciden enviar a tres ‘guerreros’ para recuperarlo. En esta secuencia es posible notar como estos individuos se basaban en instintos naturales para desarrollar sus tareas diarias, así como también para aparearse, ya que en estas no existían los sentimientos, era sólo una forma de reproducción.

La posesión y utilización del fuego era clave para las tribus de la época, se consideraba que al perder el fuego, la vida de ellos cambiaba, por lo que realizaban grandes esfuerzos por mantenerlo vivo. Esta dependencia del fuego, demuestra lo sujeto que estaban los humanos a la espontaneidad que les ofrecía la naturaleza, como lo dice Morgan:

“El camino seguido por la humanidad en su desarrollo puede ser reconocido hasta el punto en el cual, sin conocimiento del fuego, sin lenguaje articulado y sin armas artificiales, estaba sujete como los animales a los productos espontáneos de la tierra” (Morgan, 1977)

A modo de conclusión, hay que recalcar que en la película “La Guerra del Fuego” se recrea el modo de vida de los hombres primitivos, sus costumbres y acciones más comunes, se destaca como esto mismo comienza a marcar la evolución del ser humano, diferenciándolo de los demás seres vivos. Se logra visualizar el surgimiento de las sociedades y la creación de culturas, que viene a mostrarnos el avance del hombre.


Tomás Vergara P.

sábado, 9 de abril de 2011

Quest for fire


¿Cómo evolucionó el hombre? ¿Cómo surgió la socialización en los tiempos primitivos? Es muy difícil poder interpretar la relación coexistente entre el hombre y su evolución. Pero, es más simple poder analizarla. Desde un punto de vista antropológico, se puede entender como la existencia del ser ante un grupo humano. El nivel alcanzado, dependerá de varios factores, como por ejemplo, el tipo de cultura dentro del cual se encuentra inmerso, los avances tecnológicos y la capacidad de adquirir todo lo realizado.

Es así como el fuego, un bien valorizado por los primates, se volvió uno de los factores de mayor envergadura. En la película "La guerra del fuego" se narra este tipo de bien, como algo necesario e importante para la supervivencia de los hombres. Desde un comienzo, sirvió como un fin especial que condujo a la lucha por su posesión.

El enfrentamiento hizo que quedara en manifiesto las debilidades de los primates, y sus diferencias entre sí. Existe una clara distinción entre las tribus, la más joven y la más experimentada. Aunque esto no fue decisivo para la obtención del tal sagrado bien.

El fuego, es esencial en la vida, tanto en la antigüedad, como en los tiempos modernos. Y aún así, sirve de la misma forma: para cocer, para calentar, para dar vida...

En este documental se puede apreciar el valor permanente que se le puede asignar a un bien tan necesario, en donde las aptitudes de cada tribu, eran clave para la obtención de él.
Hay un detalle que cabe destacar por sobre los demás: Si el fuego se apagaba, la vida de ellos cambiaba. Es por esta razón que intentaban hasta lo imposible por dejarlo encendido, es tan alto el grado de asignación que se le brinda, que lo hace indispensable en la vida de los primates.

Una metáfora del hoy, fuego, ceniza, viveza. Tres elementos que al cohesionarlos, logran conectar el pasado, con el presente. El fuego aviva nuestro hoy, las cenizas del pasado quedan en el olvido, para luego, soñar con un mañana, en donde la llama de la higuera encienda hasta lo más profundo de la raza humana.

Es así como queda en manifiesto los diferentes grados de evolución humana, los cuales se fueron desarrollando paralelamente, en un mismo período. El surgimiento de las sociedades en la era primitiva, el traspaso de conocimientos, la base de una interrelación que sería clave para el futuro. De esta forma, el proceso de transculturización se hace inminente...


Por Matías Sepúlveda

miércoles, 6 de abril de 2011

Estamos todos vivos!


Alguna vez me pregunté por qué se olvidan los monumentos, las estatuas y quién sabe, todo tipo de arte en general. Es difícil describir por qué sucede, cuál es el cambio que suscita el interés de la sociedad. Hoy en día, es más complicado aún.
La cultura es un tema pendiente. Aunque se han tomado medidas preventivas, resulta muy complicado hacer cultura, aquí en Chile. No se valora de la forma en que debiese ser y es más, no se toma el peso correspondiente, si alguna vez lo hiciéramos, quizás llegaríamos lejos… muy lejos.

Este problema ha sido recurrente desde hace décadas. En el año 1953, con la dirección de Chris Marker y Alain Resnais nace el documental “Les statues meurent aussi”. Un ensayo sobre el arte escultórico africano. Es un tipo de denuncia hacia el colonialismo francés, el racismo y la decadencia de la expresión artística que, surgió tras la demanda de los colonos europeos, quienes se insertaron y sometieron las costumbres africanas.

Las estatuas como registro cultural africano, simbolismo de una sociedad en construcción. Tras la llegada de los colonos europeos, este tipo de arte fue dejando atrás su propio interés. Dejó de ser un símbolo para realizarse como parte del capitalismo europeo. Las estatuas dejaron de ser estatuas, se convirtieron en piezas de museos, fuera de sus tierras.


Las imágenes presentadas dentro del documental dan cuenta de la existencia de la formalidad de aquellos tiempos. Por formalidad entiendo a los acuerdos entre cada persona, en este caso, entre los africanos y europeos. ¿Qué habrán hecho ellos para que los continentales hayan aceptado que utilicen sus estatuas?
¿Cuál es el motivo de la subducción cultural?

Llegó el momento de hallar las respuestas ante tanta incertidumbre. Con este documental se hace presente una meditación lúcida sobre la valoración de la especie, como tal. De la expresión artística y cultural, un modo de percepción arqueológica y humana sobre la vida en áfrica. La llegada de los blancos, la utilización de las estatuas, los registros formales, los archivos y un sin fin de materiales que servirán para un futuro provechoso. Colmado de arte y expresión.

“Cuando los hombres están muertos, entran en la historia. Cuando las estatuas están muertas, entran en el arte. Esta botánica de la muerte, es lo que nosotros llamamos la cultura”. Es así como inicia este documental, en donde queda en manifiesto la controversia que surge tras el arte negro y el arte real. Pero va mucho más allá de eso, cuenta sobre la relación entre occidente y este tipo de arte. Su interrelación, que sin previo aviso, abusó de él y de toda su gente.

A modo de cierre, es preciso señalar los conceptos clave: arte y cultura. Son elementos que han estado presente en todas las civilizaciones y si bien es cierto que ha sido modificado por los mismos humanos, han podido ser re-valorados en ciertos lugares del mundo. Su conservación es clave para entender el desarrollo de la sociedad de antaño y la de hoy.

Las estatuas también mueren, mueren con el paso del tiempo. Pero su historia, queda por siempre en el inconsciente colectivo.

Matías Sepúlveda

Envolviendo el pasado


Día a día, es posible ver en nuestra ruta a la universidad, trabajo o a nuestra casa, diferentes tipos de estatuas en la vía pública, pero la mayoría de las veces no les damos mucha importancia, pasando a veces sin siquiera mirarlas. A través de las estatuas y los monumentos, se busca hacer un homenaje a diferentes personajes de nuestra historia, que han sido reconocidos por sus obras, lástima que esto no siempre es valorado por los transeúntes, quizás por falta de cultura.

“Las estatuas también mueren” está considerado tanto como un ensayo y un registro del arte escultórico africano, por el cual Chris Marker y Alain Resnais logran analizar, basándose principalmente en la crítica, el colonialismo y racismo francés que se lleva a cabo en este continente, también la decadencia del arte “negro” debido a la demanda por parte de los coleccionistas europeos, quienes sometieron a las diferentes culturas africanas.

Es posible identificar el enfoque antropológico que se le da al documental, ya que como podemos ver en Wikipedia, La antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al hombre en el marco de la sociedad y cultura a las que pertenece, y, al mismo tiempo, como producto de éstas”. A lo largo del documental, podemos ver la descripción antropológica que se desarrolla, tanto en los niveles sociales y culturales.

Es posible calificar el documental, también como periodístico, ya que en él se plasma una denuncia tras una investigación, en contra del colonialismo francés, acompañado de una fuerte crítica. Todo esto, se debe a que desde la llegada de los colonos a África, se fue dejando atrás la importancia que tenían las estatuas como registro cultural, pasando a realizarse como una parte más del capitalismo europeo, esta demanda del mercado europeo, hace que estas valiosas obras de arte, terminen convirtiéndose en simples elementos decorativos y en piezas de museos.

Lo que se critica principalmente, es la mala utilización que le dan los europeos al arte africano, es que estos ven las diferentes obras de arte y estatuas, como un simple adorno, sin reconocer que detrás de esto, para los africanos hay costumbres, conocimiento y religión. Es aquí cuando mueren las estatuas, y es que a pesar de los beneficios que llevaron consigo los colonos, entiéndase como nuevas tecnologías y conocimientos del tipo médico, la paga es muy alta, es la pérdida de las culturas locales, pérdida de tradiciones de ancestros entregadas a un muy bajo “precio”

En conclusión, es necesario resaltar lo negativo que fue para la cultura africana la llegada de los colonos europeos a su continente, ya que a partir de esto, fueron modificadas sus costumbres y manifestaciones artísticas, pasando de ser obras de veneración religiosa a simples productos a la venta. Es menester para una cultura mantener sus tradiciones de antaño, a pesar de las interferencias que se pueden producir por diferentes individuos. Por otro lado, también se debe respetar la cultura y tradiciones de los demás, lo que claramente no ocurrió por parte de los europeos, quizás, esto se debió a su gran ignorancia respecto al tema.

Tomás Vergara

Todo para empobrecerlo

En la actualidad, la polémica sobre las diversas razas existentes y su supuesta superioridad una de otras, se ha instaurado en todo el mundo. Diversos tipos de discriminación han aflorado sin lástima alguna. Y es que en el film “Las estatuas también mueren” de Chris Marker y Alain Resnais, podemos ver esta clara tendencia de superioridad entre los hombres de diversas etnias.

En primer lugar, debemos intentar llevar la película a lo que ha sido la historia con el transcurso de los años. Pues bien, todo parte con el proceso de colonización y el sometimiento hacia los Africanos. La expansión colonial tiene gran culpa en este proceso.

¿Las consecuencias para la cultura africana?, gracias a estas expansiones geográficas, el aumento del comercio y la necesidad de ganancias fue deteriorando la propia rica y basta cultura afro americana[1]. Verdaderas obras de artes, eran afectadas por un proceso de comercialización, por lo tanto, el arte era vendido al mejor postor. Ya siquiera importaba la calidad de éstas, sólo era fundamental obtener ganancias de ellas.

Según wikipedia, “El arte africano es un conjunto de manifestaciones artísticas producidas por los pueblos del África negra a lo largo de la historia”. Ya al momento de referirse como “África negra” podemos ver un dejo de discriminación. Discriminación que se nos ha ido implantando con el tiempo, esa sensación de superioridad que siente el hombre blanco (me refiero a blanco para hacer la diferenciación). Cuando no fueron capaces de siquiera parecérseles en cuanto al arte se trata. Es más, manipularon las preciadas obras creadas por manos africanas, con fines de lucro. Por lo tanto, en este proceso de colonización, además de arrasar con vidas humanas, lo hicieron también con las esculturas.

A lo largo de los 30 minutos que dura el film, se nos muestra la clase de estatuas creadas. Todo esto, acompañado por una voz crítica y que da cuenta de la pérdida de una parte de la cultura africana. Estatuas que eran vendidas a bajo costo, después de un fino trabajo detrás.

En el libro base de la asignatura “Constructores de la Otredad”, encontré una cita dicha por Tylor, que me parece que calza perfecto: “La cultura es un todo complejo que comprende conocimientos, creencias, artes, moral, derecho, costumbres y cualquier otra capacidad y hábito adquiridos por el hombre en tanto miembro de una sociedad”. Lo que los africanos hacían y que no se daban cuenta era cultura. El hecho de que hoy en día podamos reconocer y valorar su arte, cosa que los colonizadores franceses no hicieron, nos indica de lo poderoso que puede llegar a ser una obra de arte.

Finalmente, en el documental dice: “Cuando los hombres están muertos, entran en la historia. Cuando las estatuas están muertas, entran en el arte”. Y claro, porque a pesar de la comercialización de las estatuas, no murieron jamás. Y tampoco perdieron su real sentido, pues pasaron a ser arte puro.

BELÉN MERINO

[1] La expansión colonial Contemporánea. Historia universal.